Las Proteínas. Propiedades para la Salud y Belleza Humana

Las Proteínas – Concepto, Tipos y Funciones de las Proteínas. El Comportamiento de las Proteínas en la Salud y Belleza Humana.

Las proteínas son fundamentales para el funcionamiento humano. Su consumo hoy día aun es discutido por la comunidad científica sobre cuál es la mejor forma de consumo para el ser humano y hasta donde el consumo de una u otra proteína es beneficioso o no; pero tratemos de abarcar algunos aspectos ya conocidos por recientes estudios que van a marcar la esencia de las proteínas en la salud y belleza humana.

Primero veamos qué son las proteínas?

Según Wikipedia las proteínas son moléculas formadas por cadenas lineales de aminoácidos.

Por sus propiedades físico-químicas, las proteínas se pueden clasificar en proteínas simples (holoproteidos), formadas solo por aminoácidos o sus derivados; proteínas conjugadas (heteroproteidos), formadas por aminoácidos acompañados de sustancias diversas, y proteínas derivadas, sustancias formadas por desnaturalización y desdoblamiento de las anteriores. Las proteínas son necesarias para la vida, sobre todo por su función plástica (constituyen el 80 % del protoplasma deshidratado de toda célula), pero también por sus funciones biorreguladoras (forman parte de las enzimas) y de defensa (los anticuerpos son proteínas).

Funciones de las Proteínas en el Cuerpo Humano.

Según Wikipedia las proteínas desempeñan funciones fundamentales para el buen funcionamiento del cuerpo humano.

Las proteínas desempeñan un papel fundamental para la vida y son las biomoléculas más versátiles y diversas. Son imprescindibles para el crecimiento del organismo y realizan una enorme cantidad de funciones diferentes, entre las que destacan:

-Estructural. Esta es la función más importante de una proteína (Ej: colágeno)

-Inmunológica (anticuerpos)

-Enzimática (Ej: sacarasa y pepsina)

-Contráctil (actina y miosina)

-Homeostática: colaboran en el mantenimiento del pH (ya que actúan como un tampón químico)

-Transducción de señales (Ej: rodopsina)

-Protectora o defensiva (Ej: trombina y fibrinógeno)

-Producción de costras (ej:fibrina).

Las proteínas están formadas por aminoácidos. Las proteínas de todos los seres vivos están determinadas mayoritariamente por su genética (con excepción de algunos péptidos antimicrobianos de síntesis no ribosomal), es decir, la información genética determina en gran medida qué proteínas tiene una célula, un tejido y un organismo.

Comportamiento de los Alimentos Ricos en Proteínas en la Dieta Alimentaria, la Salud y Belleza Humana. Las Proteínas de Origen Vegetal y de Origen Animal.

Sin duda alguna los alimentos ricos en proteína animal son necesarios para el buen funcionamiento y salud del cuerpo humano, al igual que las proteínas de origen vegetal. Pero existe una diversidad de criterios sobre el consumo de ambas proteínas para brindar al cuerpo la cantidad necesaria y conseguir un balance perfecto para el buen funcionamiento del cuerpo humano.

Las proteínas de origen vegetal (ver alimentos con proteína vegetal) son menos completas en aminoácidos que las de origen animal, pero más recomendadas y saludables para la salud humana también. Esa es la razón fundamental por la cual muchas personas son vegetarianas o semi-vegetarianas (aquellas que no consumen carnes).

El consumo recomendado de alimentos ricos en proteínas animales o combinados, es de 0,8 gramos por cada kilogramo de peso corporal, o sea si usted pesa 100 kilos debe ingerir 80 gramas de proteínas. Siendo un poco mayor el consumo de proteínas para las personas vegetarianas que solo consumen proteínas vegetales.

La proteína animal no es bien digerida por el ser humano y más si se consume en mayor cantidad de lo recomendado. Según el diseño del aparato digestivo humano (intestinos muy largos) no está diseñado para consumir demasiada proteína animal. Debido a su gran longitud y por tener gran cantidad de curvas, cuando se llena de grandes cantidades de proteína animal, estas se limitan en su avance rápido. Al pasar tanto tiempo en un medio cálido, pueden comenzar a pudrirse, provocando un crecimiento bacteriano nada saludable y la aparición de toxinas que pasarán a la sangre posteriormente para después ser procesados por el hígado. Mientras mayor sea el contenido de toxinas en el cuerpo mayor será los problemas de salud.

La digestión por el consumo de proteínas genera una serie de desechos o subproductos en el organismo tales como la purina, ácido úrico y amoniaco. Estos productos de desechos o toxinas provocan una acidificación del cuerpo, por lo que deben abandonar el cuerpo humano lo más rápido posible para evitar pasar a la sangre y provocar problemas de salud.

Por otro lado, cuando la sangre esta abarrotada de toxinas, no puede transportar minerales que van a favorecer la regeneración del cuerpo y órganos tales como la piel, pelo, uñas, pueden taponar las células cutáneas del rostro y muchos otros problemas, influyendo negativamente en el envejecimiento del cuerpo.

Las toxinas al pasar al torrente sanguíneo provocan un medio ácido en el cuerpo que propicia el desarrollo de enfermedades, incluso de peligro para la vida humana como el cáncer. También el hígado es forzado a tratar de eliminar tantas toxinas adicionalmente de todas las funciones que ya debe cumplir. Todo este proceso sobrecargado afecta el funcionamiento del hígado, impidiendo que pueda evacuar todas las toxinas que se encuentran.

Un ejemplo de estos subproductos productos de la digestión de las proteínas, el amoniaco, el doctor Gabriel Cousens lo cataloga como envejecimiento, producto de una dieta rica en carnes. También se ha descubierto que provoca daños producidos por los radicales libres y la reticulación (proceso asociado al envejecimiento y arrugas en la piel) que agota la energía en el cuerpo.

No hay que renunciar totalmente al consumo de proteína animal, sólo hay que lograr el balance perfecto de su consumo, si no se quiere dejar de comerla. Pero si se debe evitar el consumo diario de proteína animal. Lo recomendado es buscar el perfecto balance del consumo de ambas proteínas y consumir solamente la cantidad necesaria de proteína animal que se requiere, con el objetivo de evitar introducir una gran cantidad de toxinas por este alimento que provoquen un medio ácido y puedan propiciar el desarrollo de enfermedades y acelerar el envejecimiento.